Días de Mariposa» es una novela corta en la que estuve trabajando hace ya un tiempo, la voy a publicar en pequeñas partes todos los martes a las 18hs hora Argentina, 23hs hora de España, 17hs Miami.
Espero que la disfruten:
Día Cinco
Se sentó en la cama y se sacó el suero sin pensar demasiado ante la vista de los demás pacientes y aprovechando que la enfermera no estaba presente, sintió escalofríos en todo el cuerpo y sus músculos se fortalecieron nuevamente en un instante. El sol había pasado por su ventana como un pájaro sin que él, estando inmóvil, pudiera hacer algo para detenerlo, se tapó la cara con las dos manos y luego se rascó la cabeza fuertemente varias veces quedando así despeinado, se levantó y caminando con urgencia fue hasta la puerta principal, su madre estaba tardando mucho y esto no era buena señal. Cuando estuvo cerca de agarrar el picaporte este se giró y alguien entró al cuarto.
-¡Juan qué bueno que estés bien! Ya te levantaste -era Martín quien con un abrazo lo saludaba -nos tenías a todos muy preocupados. ¿Cómo te sentís che?
-Muy, muy confundido -respondió Juan. En lo profundo de su ser sintió una fuerte necesidad de contarle a alguien lo que le había sucedido, aunque lo más probable era que nadie le creyera, lentamente volvieron a la cama de Juan y se sentaron uno al lado del otro -Martín, tengo que contarte algo, te parecerá muy loco, pero…
-Yo también tengo que contarte algo que te parecerá muy loco -lo interrumpió Martín -y vos vas a ser el primero en saberlo.
-Ha ver, decime. -dijo Juan suspirando con desgano.
-Me voy a casar.
-¡¿Qué?! ¿Con quién? -preguntó Juan sorprendido; de sus amigos, a excepción de él mismo, Martín era el más reacio a los compromisos.
-Con Alicia, seguro que no sabés quien es, es la chica que conocí en el baile de la primavera.
-Pero si apenas la conocés.
-Sí, pero pareciera que nacimos el uno para el otro, pensamos igual, nos gustan las mismas cosas y hay una química inmensa como no tuve nunca con ninguna mujer.
Juan quedó pensando sorprendido ante la mirada de un paciente que reía al escuchar lo que decía su amigo.
-¡Pero por favor! ¡¿Que estupidez me estás diciendo?! -le dijo Juan crujiendo los dientes por la ira -ha de ser una estafadora, tal vez tenga un plan para engañarte y hacerte daño.
-¡¿Qué decís Juan?! Con la miseria económica en la que vivo, es más probable que yo le quite algo a ella antes que ella a mi-la habló Martín sonriente, luego volvió a hablar con seriedad- yo la amo y ella me ama, no tengo dudas -le respondió Martín defendiendo su decisión.
Juan se levantó de la cama, caminó un poco y dándole la espalda se recostó con las dos manos en una mesa que estaba en el cuarto.
-¿Estás seguro? ¿No estará embarazada y trata de que la mantengas? -moviendo los ojos de un lado al otro le dijo Juan.
-Me ofendés diciéndome esas cosas Juan, lo que sentimos nosotros es amor verdadero, parece que estoy muy enamorado para decir estas cursilerías -mirando el suelo con el rostro sonrojado le contestó Martín.
Juan volvió a mirar a aquel paciente que sonriente le hacía señas mofandose de la sinceridad de su amigo.
…continuará.
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