Hola mis amigos, ando experimentando y de esos experimentos surgió este trabajo en audio que he subido a youtube. Si me da el tiempo iré subiendo otros relatos, ya que llevan su tiempo producirlos, espero que les guste, saludos…
Mes: enero 2020
Acerca de «Los niños del futuro»
Esta historia la escribí hace muchos años, aun en mi país se sentían las secuelas de lo que fue la caída de un gobierno que dejó muertos en las plaza; y si, tenía otro estomago para escribir este tipo de cuentos, así que cuando lo reedité, al leer el bosquejo, se me hacían nudos en el estomago.
«Los niños del futuro» lleva ese título porque, por mas que hayan pasado los años, la problemática siempre es actual, y siempre pareciera que se repitiera en el tiempo. Es que es el producto de una sociedad egoísta y desigual, en el que los eslabones mas débiles del sistema son condenados a diferentes infiernos, mientras que los que la provocan simplemente desaparecen del inconsciente colectivo a la espera que los olviden, para regresar y agregarles mas capítulos a esta historia de injusticia.
Quería dejar esta historia en contribución de darle voz a los que no la tienen, para que les sea mas fácil a los lectores identificar los causales de un flagelo que suele dejar victimas y victimarios.
Que tengan una excelente semana.
Mi Podcast en Ivoox
Hola mis amigos, estoy probando la experiencia de subir mis audiorelatos en esta plataforma, espero que lo disfruten en el siguiente link:
Hablando sobre «La Casa Tomada» de Julio Cortazar
Antes que nada, o todo, los invito a conocer la obra «La casa tomada» de Julio Cortazar, la pueden encontrar en todos lados y en todos los formatos, en librerías, en bibliotecas, audiolibros, y/o acá en la web escrito, en audio y en vídeo. De izquierda a derecha, de derecha a izquierda; de abajo a arriba y de arriba a abajo.

Escribo esto porque tengo que decirle algo a Don Julio, es que dejó las ventanas abiertas y la casa se llenó de gente de todas clases, y están revisándolo todo y revolcando todo, uno le dice a otro «mirá, las estampillas» y el otro le responde «no me importa, vine a ver que comida hay en la cocina» otros revisan las lanas y los tejidos meticulosamente mientras otros miran los puntos de este sin entender nada, algunos quieren limpiar los muebles del polvo bonaerense y otros entran con los zapatos sucios a propósito, hay quienes se pelean por la pava del mate y otros que pelean por ver quien sebará, algunos quieren tomar el mate solo y otros lo quieren compartir.
¿Y las llaves de la puerta principal? Que importa, se habrán oxidado en el olvido. ¿Y los 15.000 pesos? Que importa, el tema no es la plata (o tal vez sí). ¿Y los libros de la biblioteca? No sé si alguien los leyó.
Le preguntaría ¿Que quisiste decir con toda esa maraña?
Tal vez me respondería «Fue algo que soñé, tal vez mio, tal vez heredado de otro tiempo, viste como esas ideas de Jung.»
Y yo le diría «Yo soy de los que entró en la casa y esta revisando que hay que comer en la cocina.»
Él capaz me dijera «Y no sé, vos escuchás lo que querés escuchar y entendés lo que querés entender.»
Tal vez me diría «dejenme ya de joder con «La casa tomada» lo que escribí, en su tiempo lo escribí, los que entraron y no pudieron salir, ¿Qué puedo hacer por ellos? Recordá también que una pareja de hermanos quedó afuera, no es solo los que están adentro el tema.»
Yo tampoco sé que es con certersa, lo único que puedo decir, es que despues de mas de 70 años de publicado el cuento, la casa se sigue tomando.
FIN.
Los niños del futuro 14 Final
«Los niños del Futuro» es una historia que escribí en mi adolescencia y que años después la mejoré para que su lectura sea más agradable. El jugador de todos…
Lo estuve publicando en pequeñas partes todos los martes a las 18hs hora Argentina, 23hs hora de España, 17hs Miami.
Espero que la disfruten:
Fin de la temporada
La mujer recordó el sueño que había tenido la noche anterior, aquel en que su barquito se alejaba de ella, entonces su corazón se estremeció y alertada por un mal presentimiento comenzó a llamar a los gritos a su hijo.
-¡¿Leonel?! ¡Leonel, hijo ¿Dónde estás?!- decía la mujer mientras recorría el barrio.
Los gritos alertaron a Carlitos, que recordó la promesa que se habían hecho y se acercó a la madre de su amigo.
-Voy a ir a buscarlo- le dijo al oírla tan desesperada y se dirigió hacia su escondite que estaba en el baldío.
Carlitos vio el camino de sangre que entraba al lugar y terminaba en donde estaba la heladera tirada “¿Qué es esto?” pensó y corrió hacia allí, saltó sobre ella y encontró a la Pulga acostado adentro.
-¿No pulga que hiciste?- le dijo Carlitos con lágrimas en los ojos.
El niño muy débil tomó su mano para darle unos pesos y algunas monedas manchadas con su sangre que era todo lo que tenía la joven maestra en su cartera.
-Tomá dale esto a mi mamá- le dijo la pulga soltándole suavemente la mano- y decíle si esta noche podemos comer un bifecito de carne.
Después de esto la Pulga dejó salir de su boca su último aliento.
La mujer muy preocupada esperaba para tener respuestas de su hijo en su casa y tratando de calmarse un poco encendió el televisor, en donde el periodista presentaba las noticias:
“Otro caso de violencia en la ciudad, un policía muerto tras el robo a una maestra, estamos en vivo en el lugar en donde se encuentran los familiares, vamos directo al móvil.”
En aquel móvil se encontraba la esposa del policía asesinado que, motivada por su gran angustia, clamaba sollozando por justicia.
“Esto no debe quedar así” decía la mujer mientras se agarraba la cabeza “¡Quien mató a mi marido debería ir preso y podrirse en la cárcel! ¡Podrirse en la cárcel!”
En ese momento entró en la casa de la señora Carlitos llorando y en sus brazos traía el cuerpo de su pequeño amigo sin vida.
-¡No! ¡Mi bebé no!- en un desgarrador grito que hizo que todos los vecinos se acercaran al lugar exclamó la mujer. Luego abrazó con fuerza el cuerpito de su niño que ya descansaba en los brazos del eterno.
Ante todo esto el televisor, aquel compañero frio e indiferente que acompaña los días de nuestras vidas, seguía encendido y continuaba dando las noticias:
“Por otra parte, acaba de asumir el nuevo flamante ministro de economía, el que nos sacará de esta difícil situación” muy elegante, en un estrado reluciente, aquel hombre calvo de baja estatura, daba su discurso.
“No podemos dejar de hacer frente a nuestras responsabilidades” con énfasis decía aquel hombre, apretando el puño y frunciendo el ceño muy convencido de que su opción era el único e infalible camino “estamos obligados a recortar los sueldos y subir los impuestos para así ajustar la economía y poder pagar nuestras deudas con el exterior.”
La temporada ha terminado.
Los niños del futuro 13
«Los niños del Futuro» es una historia que escribí en mi adolescencia y que años después la mejoré para que su lectura sea más agradable. Barrilete cósmico…
La voy a publicar en pequeñas partes todos los martes a las 18hs hora Argentina, 23hs hora de España, 17hs Miami.
Espero que la disfruten:
La gran jugada
El timbre de salida se hacía escuchar, los niños corriendo y riendo se retiraban del establecimiento para encontrarse con sus padres que los esperaban, algunos en auto, otros simplemente a pie para marcharse a sus respectivos hogares, también había pequeños que se juntaban en grupos para volver a sus casas en colectivo o caminando. Luego salían los maestros y directivos para que, finalmente, quedara vacío el lugar.
La joven maestra salió, habló unos segundos con sus colegas y luego se marchó caminando sin que nadie la acompañase; tras haberse alejado una cuadra, la Pulga se levantó y, desde una considerable distancia, comenzó a seguirla, así fue que varias cuadras después la maestra caminaba por una solitaria calle de tierra en donde ninguno de los vecinos estaba fuera de su casa; este era el momento adecuado para acercarse.
-Hola ¿No sabe en dónde queda la calle Perón?- preguntó la Pulga para disimular, aunque sus ojos nerviosos en realidad no le ayudaban mucho en este caso.
La mujer lo miró de reojo y aumentando la velocidad de su caminar le respondió.
-No papito, la verdad no sé.
El niño al ver que la mujer apresuraba sus pasos puso la mochila delante de si y rápidamente sacó la pesada pistola sosteniéndola con las dos manos para apuntarla.
-¡Deme la cartera ya o disparo!- le gritó mientras trataba de mantener la mira del arma en la maestra, luchando contra el peso de esta.
-¡No! ¡Calmate, no dispares! Tomá.
La mujer muy asustada, tomando distancia, le dio la cartera y él de un manotazo se la arrebató para luego salir corriendo “listo ya está, eso era todo” pensaba mientras la adrenalina se hacía dueño de su cuerpo; pero luego comenzó a escuchar los gritos de la joven docente y se dio cuenta que su aventura aún no había terminado.
-¡Auxilio! ¡Me han robado!- en un ataque de nervios gritó la mujer.
En las cercanías había un policía recorriendo la zona, que al escuchar los gritos acudió al pedido de la asustada joven.
-¡Tranquila señora! ¿Hacia dónde se fue?
-Se fue por allá- la mujer le señaló la entrada a unos pastizales- cuidado que está armado.
El policía ingresó corriendo al pastizal y el característico ruido del pesado uniforme de este alertó a la Pulga, que muy asustado se escondió tras unos arbustos “pero ¿Por qué a mí?” pensaba el pequeño mientras unas lágrimas escapaban de sus ojos; los arbustos se movían mucho, era obvio que alguien se encontraba ahí.
-¡Policía! ¡Salga de ahí inmediatamente con las manos en alto!- gritó el uniformado apuntando su pistola a los arbustos.
El muchacho llorando salió dando un salto y durante unos pequeños instantes quedaron apuntándose “pero si es solo un niño” pensó el policía y bajó el arma unos segundos, entonces la pulga muy nervioso mordiéndose el labio y cerrando los ojos apretó el gatillo luego se dio vuelta para huir.
La bala fue muy certera impactando en la cabeza del hombre y este al caer muerto hacia adelante accionó accidentalmente el arma, dejando escapar un proyectil que se incrustó en la pequeña espalda de la Pulga.
-¡Ay, ay, ay!- gritó el niño con dolor y siguió corriendo bajando su velocidad a medida que escapaba.
Cntinuará…
Los niños del futuro 12
«Los niños del Futuro» es una historia que escribí en mi adolescencia y que años después la mejoré para que su lectura sea más agradable. El teatro de los sueños…
La voy a publicar en pequeñas partes todos los martes a las 18hs hora Argentina, 23hs hora de España, 17hs Miami.
Espero que la disfruten:
El lugar de juego
Los autos iban y venían, algunos estacionaban, otros solo dejaban a sus niños dentro de la escuela para después largarse del lugar a toda velocidad.
-¿Señor, le cuido el auto?- le dijo el gordo a un hombre de traje que, rápidamente tomándole la mano a una niña, se bajaba de su vehículo para dejar a la menor en el establecimiento educativo.
-Bueno, a la vuelta te doy algo.
Así fue que el hombre unos minutos después volvió, se subió a su auto, abrió un poco la ventanilla para darle unas moneditas al gordo; luego sin decir una palabra, cerró la ventanilla y se marchó velozmente.
El pequeño fue y se sentó en un muro en donde también estaba el Cabezón con Carlitos y juntos observaban como los niños de guardapolvo blanco ingresaban a la escuela.
-¿Será lindo?- dijo el Cabezón.
-¿Lindo qué?- le preguntó el Gordo.
-Si será lindo ir a la escuela, usar esas ropas blancas y llevar mochilas llenas de cuadernos y libros con dibujitos.
-Na, tenés que ser cheto para ir a la escuela y tenés que ser medio maricón- le respondió el Gordo.
-No sé, a mí me gustaría- concluyó el Cabezón y finalmente dijo riendo- antes que estar acá cuidando autos.
En ese momento llegaron la Pulga y el Rata quienes se sentaron junto a ellos.
Durante el transcurso de aquel día vieron que una joven maestra venía caminando y entraba sola a la institución educativa.
-Viste Pulga- le dijo el Rata al oído- esa chica siempre viene y se va sola, yo sé porque mi hermano la estaba espiando. Cuando ella salga vos la seguís y cuando nadie te vea, le apuntas con el arma para que te dé la cartera.
Un plan aparentemente premeditado para un chico tan pequeño, pero en realidad esto era lo que tenía planeado hacer su hermano, y al escucharlo una vez que el muchacho hablaba con sus amigos esta idea se le había quedado grabada en la cabeza; ahora el repetía aquellas palabras con gran naturalidad, como si se tratara de un evento de mucha simpleza.
Las agujas del reloj continuaron su andar, así fue que ya era de tarde y a excepción de la Pulga y Carlitos que seguían sentados en el muro esperando, los otros pequeños se habían marchado a sus hogares. La Pulga estaba muy nervioso, con la mochila entre sus piernas a cada rato se rascaba la cabeza muy fuertemente. Carlitos se dio cuenta que algo raro le estaba pasando y por eso fue que decidió quedarse un rato más para poder hablar con él.
-¿Pulga estás bien?- le pregunto Carlitos.
-Sí, sí, no pasa nada, solo que tengo que hacer algo, nada más.
-Tal vez no tendrías que hacer lo que estás por hacer- le dijo Carlitos al prever que no era algo bueno.
-No te hagas problema, no pasa nada- le dijo la Pulga mostrándole una pequeña sonrisa nerviosa.
-Bueno ¿Sabés qué? Cuando termines de hacer lo que estás por hacer nos encontramos en el escondite secreto ¿Está bien?
-Nos encontramos ahí- le respondió la Pulga, un poco aliviado por la propuesta de su amigo.
Entonces Carlitos, tras hacer un saludo de manos, se fue del lugar dejando a la Pulga solo y este quedó esperando el momento para cometer su golpe, un golpe que era de aquellos golpes que una vez que se dan, dejan una marca que ya no se puede borrar.
Continuará…
(Cuentos del Mundo) Japón: El Unicornio
Hacía calor en la tarde de la Provincia de Mutsu. La dama de compañía Sakura, se abanicaba recostada por la mampostería de duro cedro de una de las habitaciones de una pequeña casa de placer a las afueras de la ciudad, ella esperaba la llegada de un comandante extravagante llamado Shibata Nagoya que tenía que hacer una parada antes de seguir su viaje al feudo de su señor luego de que este pasara un tiempo en el castillo del Shogun. La mujer tenía un contrato que hacer valer con esa persona, días atrás había recibido una importante suma de dinero para recibir a este samurái, ella nunca lo había visto pero le reconocería por un detalle, el hombre vendría vestido con un kimono celeste y con una katana que en su empuñadura tendría tallado un extraño caballo con un cuerno de oro que sobresalía de la madera. Al fin ya entrando la noche la comitiva de este comandante llegó al lugar. No fue muy difícil de reconocerle por su extraña apariencia, un caballero con un kimono Celeste entrando arrogantemente sentándose frente al tabernero y pidiéndole el saque más caro que tenía era muy difícil de que pase desapercibido. Sakura se acercó a él tapándose el rostro con su abanico, de momentos corría el abanico dejando ver su joven y hermoso rostro; el comandante Shibata Nagoya inmediatamente la reconoció como la mujer más linda de la casa de placer así que no fue muy difícil para ella entablar la conversación que los juntaría a compartir de la bebida.
Luego de unos instantes de disfrutar de la velada cantando, riendo y bebiendo; ella invita al comandante Nagoya a ir a un lugar menos concurrido así que se dirigen a sus aposentos para pasar una hermosa noche. El hombre una vez en el cuarto de Sakura se arrodilló y dejó su katana a un costado.
-¡Que katana tan extraña tienes!- le dijo Sakura sin dejar de abanicarse.
-Así es, fue hecha a pedido especialmente por mi- le respondió y tomó su espada con seguridad- ¿Quieres verla?
Entonces desenfundó su katana. La espada en si era muy hermosa, con el llamativo detalle ornamental dorado con forma de unicornio, el cual parecía tener rota la punta de cuerno; lo extraño era que estaba espectacularmente limpia, no tenía rastros de haber sido usada y no tenía rastros de que hubiese asesinado a alguien con el filo de la katana. Esto hizo dudar a Sakura ya que su cliente quería venganza por la muerte que éste le provocó a su familiares pero esta arma no parecía ser la causante. «Va ese no es mi problema» pensó Sakura, luego él volvió a guardar su katana y ella se acercó al samurai.
Sin soltar su abanico comenzó acariciarlo mientras el hombre se dejaba llevar por el placentero momento haciendo que se diera la oportunidad de que él baje un instante la guardia, era el tiempo necesario a aprovechar para cumplir con la misión que le habían encomendado. Tomó del cuello al comandante acariciandolo con una mano mientras que con la otra apretó fuertemente su abanico para clavarle por lo menos una de las puntas con forma de aguja que sobresalían de este. El comandante Nagoya notó que los músculos de su compañera se tensaron entonces tomó su espada y sin desenfundarla hizo chocar la empuñadura con el cuerno de oro en el abanico de Sakura. Cuando esto ocurrió una nube de humo surgió del choque de las dos armas, ahí estaba el secreto de por qué Nagoya no tenía defectos en el filo de su espada, usaba un veneno en aquel cuerno para matar a sus víctimas. Lo que ninguno de los dos esperaba es que ese veneno actuaría de una manera extraña al mezclarse con el veneno del abanico de Sakura. El humo que se formó rápidamente círculo en los pulmones de los dos provocándoles instantáneamente la muerte.
La joven cumplió la venganza que le habitan encomendado pero para su desgracia no pudo disfrutar del dinero que había ganado por su trabajo; nadie nunca supo qué le había pasado a los dos, cual fue la causa de la muerte y nadie supo qué fue de la gran suma de dinero que Sakura tenía guardada en una pequeña caja de madera, salvo por la persona que contrató los servicios de la joven ninja, y que en el anonimato festejó por la caída del peligroso envenenador Shibata Nagoya, el principal samurai del ahora desprotegido señor feudal de la Provincia de Mutsu.
Fin? Continuará?
Feliz año nuevo (cuento)
-3!
-2!
-1!
-¡Feliz año nuevo!
En un mismo grito la familia y los amigos se unieron, descorcharon la bebidas y se sirvieron en copas para brindar; se fundieron en abrazos y se desearon que el que comienza sea un gran año.
-Ojala siempre fuera año nuevo- dijo el más anciano de la familia, y como si fuera un deseo a cumplir, su pedido llegó al medio del sol.
El ángel de fuego que se encargaba del paso de los días desde hace millones de años, en un gesto de rebeldía pensó «¿Porqué no?», así fue que decidió parar la maquinaria del sistema solar, y otorgarle a ese anciano su «año nuevo para siempre».
Entonces todos los planetas se detuvieron, la tierra y su luna también, dejando que las fuerzas titánicas de las leyes del espacio hagan su trabajo.
-¡Papá, mamá! ¿Que es eso?- preguntó uno de los niños que estaban en la cena señalando el cielo en el horizonte.
Eran miles de litros de agua que habían sido expulsados de los mares a causa de la malvada travesura del ángel. Justo cuando la madre abrazó a su niño ellos también fueron expulsados de la tierra, y en un pequeño instante estuvieron flotando en el cielo junto a miles de personas y animales que en tan solo segundos se congelaron hasta quedar como adornos volando alrededor de la tierra.
-¡Que belleza!- exclamó el ángel mientras observaba los adornos blancos que se alejaban hacía los confines del espacio y también los adornos de color de fuego que eran atraídos hacia nuestra estrella.
El anciano que pidió el deseo quedó unos instantes aterrado por todo lo que había visto, después se dio cuenta que en la tierra solo había quedado él, su silla, la mesa con un vino espumante y otra silla vacía, luego al mirar al desértico horizonte apenas alumbrado por las estrellas de las lejanías, vio acercarse una figura humana del color de las brazas que, poco a poco, se transformó en un pálido hombre de traje blanco, con los ojos y el pelo brillante como llamas en su máxima fuerza.
El extraño sujeto se sentó, descorchó el vino, sirvió una copa para sí y otra para el anciano; el viejo lo miró sin reacción.
-Dale ¿No me vas a dejar brindando solo?- le dijo el extraño sujeto acercándole una copa, entonces, aunque temeroso, el anciano terminó por compartir con él la bebida.
-Este es el año nuevo más hermoso que he visto- dijo el extraño hombre, mientras cruzaba las piernas meneando una de ellas lentamente y ponía uno de sus brazos por el respaldo de la silla-¿Te gusta el año nuevo eterno que querías?
-Yo, yo solo decía, así como porque estaba disfrutando el lindo momento, nada más.- le respondió el anciano con un poco de miedo.
El hombre de los ojos y cabellos de fuego comenzó a reírse de manera alocada, mientras una de sus manos sujetaba sus costillas para dejar de reír y la otra descansaba en el hombro del abuelo.
-No te hagás tanto problema- le decía con los ojos entrecerrados por la risa- solo disfrútalo.
-¿Y esto durará para siempre?- preguntó el anciano.
El extraño hombre miró al cielo y dejó de sonreír, su cara cambió completamente dejando ver su gran disgusto; es que desde el centro de la galaxia venía un ejercito de ángeles a hacerle pagar por su rebeldía.
-Y, el para siempre es relativo mi amigo; un día, miles de días, millones de años, la verdad que son iguales; a excepción de este claro- le sirvió un poco más de vino a su acompañante- disfrútalo mientras dure tu deseo mi amigo que este es un nuevo comienzo.
Los ángeles aterrizaron y fueron acercándose hacía ellos cuando el vino se terminaba. Finalmente el ángel del sol concluyó su charla.
-Parece que ya no voy a poder seguir cumpliendo tu deseo del año nuevo eterno mi amigo, es que por mas que te esfuerces, las leyes del universo son inquebrantables.
FIN
FELIZ AÑO NUEVO ETERNO PARA TODOS JAJAJA.